De la Presa a la Perla Tapatía

El sol calaba la nunca de los pescadores de agua dulce de la Presa Álvaro Obregón, en Cajeme, Sonora. Tenían la piel curtida y sueño porque no durmieron la noche anterior.

Ernesto Lugo arrancó pacientemente los peces de la red, uno tras otro lo echó al fondo de su panga.

“De aquí lo congelamos, un hombre de Obregón lo compra y lo manda para Guadalajara, allá se vende mucho”, dijo.

El producto que mandan desde Cajeme hasta Guadalajara, Jalisco, es bagre y tilapia. La lobina se queda para consumo local cuando no está vedada.

Los peces de agua dulce del Río Yaqui son de excelente calidad. Su carne y sabor los caracterizan del resto y son muy buenos para preparar alimentos frescos y cocinados.

Este es el sustento de muchas familias de Buena Vista, El Pueblito Kilómetro 9, Hornos, Comuripa y Esperanza.

Una balsa llena es insuficiente para mantener a una familia. En ocasiones los pescadores de la presa deben durar semanas en los campos pero su objetivo es uno: mandar a sus clientes peces de calidad para que les sigan comprando.

 

 

Deja un comentario